Hola de nuevo, esta es la quinta entrega sobre como comprar un vehículo de ocasión, ya hemos hablado de los aspectos a tener en cuenta en el exterior del coche, incluso de alguno del interior, ahora vamos a ver en mayor profundidad lo que podemos observar en un coche en el interior y en que fijarnos para determinar su estado.
En la parte dos, ya hablamos del estado de los asientos, y de lo que nos puede decir en función de sus estado, ahora continuaremos con el resto de elementos sensibles al desgaste.
Índice de contenido
El volante
Comenzaremos con el elemento más visible para todos, el volante, existe una creencia popular que afirma que cuando un volante está brillante o desgastado el coche tiene sí o sí muchos kilómetros; bueno, pues debemos decir que no siempre es así, aunque si es cierto que un desgaste excesivo indica un mal trato no tiene porque asociarse siempre al kilometraje.
Existen diferentes desgaste que podemos observar, el más evidente es el desgaste en volantes de resina o plástico, todo el mundo ha observado alguna vez un volante que no sea de piel en mal estado, esto se asocia normalmente a gente que trabaja con productos abrasivos o químicos y que no se limpian bien las manos antes de coger el coche, o que efectivamente el coche tenga muchos kilómetros.
En los volantes de piel es muy típico ver el volante con un brillo particular que no se corresponde con el aspecto de la piel, esto es debido a que al igual que el resto de componentes, si no tiene un cuidado específico pierde sus características, y en este caso concreto ese brillo es debido a que se acumula una capa de grasa de nuestra piel en la superficie del volante dando ese aspecto brillante.
En el mercado hay diferentes calidades de piel, y por eso, no existe un kilometraje concreto a partir del cual se muestra este brillo, en algunas marcas puede incluso aparecer con menos de 50.000 kilómetros si no se aplican los productos adecuados, o incluso si se aplican productos no específicos de piel del automóvil.
Vemos en las imágenes como el volante tiene ese brillo particular, e incluso se aprecian marcas en la primera de ellas, debido probablemente a que el propietario usaba anillos en esa mano, sin embargo se trata de un vehículo con pocos kilómetros.
El hecho de que el volante esté en perfecto estado tampoco es símbolo de pocos kilómetros, ya que existe en el mercado la opción de comprar el repuesto o incluso si es de piel volver a tapizar, son opciones que si son voluntad del propietario indican una preocupación por el estado de su vehículo y se puede pensar que se traslada a todos los aspectos antes mencionados, en el caso de los compraventas, si lo hacen, su intención suele ser la de esconder el estado real de la unidad.
Vemos el volante anterior con un nuevo aspecto y recién tapizado.
Pomo de la palanca de cambios
Todo lo comentado en el volante se puede aplicar también al pomo de la palanca de cambios.
Después de fijarnos en el estado del volante y ya que los asientos los hemos revisado con anterioridad pasaremos a los pedales. En la mayoría de los vehículos se colocan unas fundas de goma para evitar deslizamientos, y lógicamente se desgastan, un aspecto pulcro e impoluto de estos no significa que no se usara, sino que se ha cambiado, bien por mantenimiento, o bien por picaresca, como en todos los casos de este manual, nuestro sentido común nos dirá si la explicación del propietario o vendedor es creíble o una sarta de mentiras para engañar a algún incauto.
Incluso en los modelos con pedales metálicos se puede observar como el uso continuado se traslada a los pedales, dejado pulidas las partes de mayor uso o apoyo.
Paneles de las puertas y el tapizado del techo
Otro punto de observación son los paneles de las puertas y el tapizado del techo; los paneles de las puertas son partes del coche que tienen un roce continuado con las manos, las piernas, etc, y por lo tanto son también una parte que podemos analizar para saber el mantenimiento que ha tenido el coche. En el caso del tapizado del coche lo más significativo que nos enseña su estado es si el conductor o sus acompañantes habituales son o eran fumadores, ya que de darse el caso las zonas donde se fumaba de manera habitual estarán de un color amarillento debido a que la nicotina se adhiere con facilidad a cualquier superficie.
Puede darse el caso de que aún siendo fumador no se muestren manchas en el coche, lo cuál puede significar dos cosas, o bien no fuma dentro del coche (es mi caso particular), o bien, ha realizado una limpieza.