Llegamos a la tercera parte de nuestro especial «comprar un vehículo de ocasión», en InfoCars. En esta ocasión hablamos de la revisión de la chapa y neumáticos.
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Aspecto exterior
Es muy habitual que veamos por la calle coches en los que una de las puertas es de un color distinto al del resto del coche, eso es debido a que en el repintado, a pesar de utilizar el mismo código de color, no es tan fácil conseguir el mismo tono, ya que, por efecto del sol, las distintas capas de laca exterior se vuelven un poco más opacas o quemadas y eso provoca un cambio en el tono.
En algunos talleres,en los más profesionales,incluso crean el color «in situ», gota a gota, para conseguir el tono exacto a pesar del tiempo y de los desgates.
Siguiendo con el aspecto exterior del coche otro de los detalles en los que podemos fijarnos es en la fecha de fabricación de las lunas, tanto delantera y trasera como de las de las ventanillas, en ellas el año de fabricación viene determinado por una única cifra, y el mes por una combinación de puntos, así pues, fijándonos en la cifra podemos determinar si alguna de las lunas ha sido cambiada, lo cual puede indicar un accidente, y si la fecha de todas ellas es la misma pero hay mucha diferencia con la fecha de fabricación del coche, entonces podemos sospechara que ha tenido un accidente grave, vuelco o incluso un siniestro reparado.
Podemos ir más allá en nuestra investigación sobre el estado del vehículo, si abrimos el capót del coche y nos fijamos en los elementos de plástico que estén a la vista podremos saber si se han cambiado o son los originales ya que, además de que si son los originales suelen traer grabada la marca todos los elementos de plástico tienen, también, una fecha de fabricación, defensas, protectores, faros, y, si bien es verdad que en algunos casos su accesibilidad no es tarea fácil en otros casos sí, para ello sólo tenemos que buscar un círculo grabado en la pieza de este formato.
Ruedas, es decir, neumáticos, llantas y frenos.
Continuando con la revisión del vehículo de ocasión, continuaremos por fijarnos en los neumáticos, lo primero que debemos hacer es comprobar la fecha de fabricación de los mismo, al igual que el resto de piezas del coche tiene una codificación propia para determinar cual ha sido, en este caso, la semana y el año en que esa unidad salió de fábrica. Esa información la encontraremos en el lateral (flanco) de la goma, justo al lado de donde viene especificada la medida de la misma, y tiene el siguiente aspecto
En la imagen podemos observar varios código, pero el que a nosotros nos interesa es el que pone «2110», es el que nos indica la fecha exacta de fabricación y la manera de leerlo es, las dos primeras cifras nos indican la semana del año, en este caso la semana 21, y las dos siguientes nos indican el año de fabricación , que en este caso es el año 2010. Es importante saberlo, ya que, aunque no existe una caducidad establecida para los neumáticos, se recomienda cambiarlos a los 5 años como mucho, independientemente de su estado, y como fecha límite de seguridad los 10 años, ya que las cualidades de los compuestos se deteriora.
En el mismo lugar debemos observar los frenos, en este caso es más fácil saber si el vendedor nos está diciendo la verdad, ya que, en un vehículo con pocos kilómetros los discos de frenos deben estar en perfecto estado, sin perfil o «rebaba», esta rebaba es la que se forma en los exteriores del disco cuando ha tenido mucho uso, y no es más que ele desgate que sufre por el roce con las pastillas.
Es importante fijarse en este detalle, ya que son elementos que no se pueden disimular, a menos que se cambien, lo cuál se puede saber por los óxidos en el eje, ya que aún teniendo pocos kilómetros es una zona donde es muy complicado evitar que se forme,además de todo esto, si en la parte de contacto del freno con la pastilla observamos que tiene unos surcos podemos llegar a pensar que el propietario no llevó el mantenimiento al día y un desgaste excesivo de las pastillas pudo haber provocado su rayado por lo que tocara cambiar los discos, si no es profundo puede ser debido a una frenada algo brusca, pero no tiene consecuencias.
Hay que recordar que para comprobarlos no debemos hacerlo después de andar con el coche porque nos quemaremos los dedos de la mano. Las pastillas de freno también son un aspecto a mirar, aunque son un elemento de bajo coste de sustitución.