Comprar un vehículo de ocasión – parte 6

Ya estamos aquí en otra entrega más de nuestra serie de consejos para comprar un vehículo de ocasión.

En la anterior entrega os adelantamos que íbamos a hablar del libro de revisiones y las revisiones, pero antes, después de hablar de todas esas cosas que debemos mirar en el exterior e interior del coche, tenemos que hacer una prueba de la «maquinaria» , es decir, de todo aquello que sea susceptible de no funcionar en el coche.

Miraremos y probaremos pues, el aire acondicionado, para ello lo pondremos en la temperatura más fría y comprobaremos que realmente enfría, y al contrario, colocaremos la temperatura en la más caliente y lo mismo.

Si no funciona de primeras, debéis pensar que una reparación en la parte eléctrica del coche suele ser muy costosa si no se localiza bien el problema, y son difíciles de localizar, si funciona pero no enfría, puede deberse a que se ha agotado la recarga de gas del aire acondicionado, en el mejor de los casos, y si no calienta suele ser síntoma de algo peor, ya que el calor se recoge del propio motor, por lo que o bien están obstruidos los conductos del aire, o bien no es capaz de desplazar el aire por ellos.

A parte del aire acondicionado, elemento más significativo, podemos comprobar que funcionen las luces de lectura, el mechero, el cuadro de mandos al poner el contacto, las luces del cuadro, las luces de posición, cruce, los intermitentes, las luces de freno y antinieblas, todo lo que se nos ocurra, y nos fijaremos en que no se produzca ningún cortocircuito en las luces al conectar los intermitentes o al frenar, por el mismo motivo que antes.

Una vez analizado todo esto, nos toca hablar del libro de revisiones, la verdad es que no hay mucho que comentar. Es frecuente ver en los anuncios publicitar que se dispone de libro de revisiones, si bien es cierto que la ausencia de éste no quiere decir que el coche no esté cuidado el tenerlo tampoco indica que si lo esté, me voy a explicar, suele haber la costumbre de pensar que un coche que siempre ha hecho las revisiones en una casa oficial está mejor revisado que en un taller de barrio, lógicamente excluimos a los que no pasan revisiones; es cierto que la marca puede tener un mayor conocimiento del motor o de los componentes que en un taller de barrio, pero esto suele ocurrir cuando son motores de arquitectura peculiar, como pueden ser los motores boxer, o con ciertos componentes que exijan un mayor conocimiento especifico como pueden ser los motores DISI de Mazda, para el resto de tipos de motor no suele haber complicaciones que exijan asistir a un concesionario de la marca para hacer la revisiones.

Es más, en la mayoría de los casos, los propietarios exigentes prefieren llevar su vehículo a un taller de barrio, un taller de confianza, para realizar las revisiones y reparaciones, ya que suelen estar más interesados en realizar un buen trabajo para mantener al cliente, mientras en los talleres oficiales existen unos márgenes de beneficio que les exige la marca para ser rentables y pueden utilizar ciertos trucos moralmente cuestionables para llegar a ellos.

Dicho esto sería recomendable pedirle al dueño del vehículo las facturas o albaranes de reparación, y digo albaranes porque en muchas ocasiones los talleres con el fin de evitar el IVA, (esto es España) y con el consentimiento del cliente, entregan sólo un albarán con la revisión o reparación, una vez en la mano deberemos comprobar los kilómetros de los diferentes albaranes, el marcador del coche y también muy importante los kilómetros que marcan las diferentes revisiones de ITV, si es que hizo alguna por los años del coche, para saber o intentar descubrir si los kilómetros han sido manipulados.

Todo esto que hablamos es más fácil de descubrir con un particular, ya que la picardía en un particular no es tanta como en una empresa (compraventa), la cuál saca beneficio de la venta del vehículo y por lo tanto es capaz de mucho más riesgo que un particular.